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La comunicación en tiempos de incertidumbre

Actualizado: 24 mar 2020

Pocas cosas nos son dadas en estos días. La personas no saben ya que inventar y muchas de esas cosas se transmiten por redes sociales, seudocontenidos, información, desinformación. Memes de todo tipo, desde los creativos y ácidos, hasta los predecibles y sin remate.


El ejercicio de la irónica y el sarcasmo tiene sus mejores resabios creativos en tiempos de catástrofes mundiales, porque justamente lo terrible sólo se combate con el único antídoto para eso: el humor y la risa.



La cuestión es qué nuestras vidas se transforman en todos sus aspectos. Las redes se convierten en ese recurso salvador para seguir contectado con los que queremos y el mundo exterior. El uso de las redes trasciende el campo profesional porque ya no hay vida mas que la vivida entre cuatro paredes y las tecnologías se convierten en esos brazos que nos permiten llegar hasta donde queremos .


Los límites se traspasan con facilidad y la vida personal se expone, los influencers se ven obligados a producir contenido en espacios privados, a mostrarse y a decir algo inteligente tratando de seguir conectados con sus seguidores. Los usuarios de redes también no subimos a esa ola y el encierro nos juega malas pasadas.

La pregunta es
¿qué papel tienen las redes sociales en la comunicación y percepción social en tiempos de coronavirus?

En estado de alarma quedan dos extras imprescindibles cómo llenar la heladera y rogar que el wifi no se corte. Todo parece que se reduce a eso (nosotros alentamos desde aquí a que esto no suceda)


Por otro lado debemos asumir que nos convertimos en devoradores de noticias. Aquí entran en juego la sociedad de la información y la hiperconectividad. Con solo cotejar alguno de los datos y reportes sobre el movimiento y tráfico de información en redes, vislumbramos que el consumo de información periodística ha aumentado considerablemente en estos días de excepción y confinamiento. Nadie puede culparnos de eso.


Esta cuestión no es nueva, ya que como en todas las crisis, se demuestra la necesidad periodística y la exigencia de medios profesionales, libres y veraces para generar una sociedad crítica e informada. A estas alturas permítanme poner en duda estos preceptos.


Lo importante en estos tiempos, es que somos capaces de cuestionar los que los medios nos dicen, tener plena conciencia que son empresas y que las empresas tienen ideología y una visión del mundo social pero también económica. Esto es un avance porque ya sabemos que lo que se dice en un estudio de televisión/radio, o en las portadas de los diarios, es también cuestionable. Por suerte existe el control remoto y la posibilidad de discernir y sacar nuestras propias conclusiones, sin intermediarios. De filtrar y seleccionar lo que nos es confiable y esencial de lo que no lo es.


Dentro de este paradigma, el comportamiento humano ha canalizado a través de las redes sociales su lógica de como ser social en estos tiempos. Todos estamos enajenados buceando permanentemente por buscadores, redes, nos llegan mails, mensajes. Podemos sentenciar que hemos llegado al culmen de la asimilación de los conflictos sociales a través del lenguaje digital. Alguien dijo una vez , mucho antes de que existieran las redes sociales que la realidad era tal si pasaba por un medio de comunicación. Entendiendo que la legitimación del acontecimiento se da cuando aparece en los medios. Lo que no esta ahí ,es cuestionable incluso de no haber sucedido.


El ciudadano medio asume el síndrome de la doble pantalla y en este caso Twitter, Facebook y Whastapp han sido las máquinas de difusión al máximo rendimiento, siempre en paralelo con la televisión. No informamos, pero también hemos contribuido a la difusión del hecho noticioso vía mensajería, replicamos y comentamos, así como a la generación de opinión, reacciones y debate en las distintas plataformas sociales. Por supuesto todo esto conlleva a generar mucho ruido comunicacional y también ha alimentado a la aparición de algunas fake news irresponsables y peligrosas.


El lado positivo de la redes y las comunicaciones es la posibilidad de conectar en la distancia. Sin dudas una posibilidad que a muchos les resuelve en parte pasar los días. Un instrumento de comunicación tiene facultades que no podemos dimensionar del todo, la comunicación como capital social es un bien en sí misma, pero adopta distintas formas y canales, sobre los que debemos prestar atención .


Conclusión están los medios que son la voz profesional y legitimada, están las redes sumando aportes, comentarios, análisis , perspectivas, como en la mesa de un bar hiperdimensionado todo estamos ahí siendo parte y tomándonos un café, mientras hablamos de todo como en botica. Debemos ser conscientes de qué es cada caso. 


Desde nuestro rol comunicacional en Runtrip hemos repensando, nuestros espacios con el fin de “usar” nuestros medios de comunicación y redes como una plataforma para darle continuidad a nuestro objetivo principal, que es seguir construyendo comunidad con información y contenido. Somos consientes que hay que atravesar este momento juntos en la distancia, tratando de buscar lo mejor de nosotros y de lo que tenemos para dar, siendo capaces de adaptarnos constante a los cambios que se nos presentan sorteando la incertidumbre. Saber hacerlo es parte del aprendizaje.-

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