El titulo de cabecera de esta nota significa ·vamos a trabajar· y es la frase que inspira a ELIUD KIPCHOGE, que hoy acaba de incorporar una nueva hazaña a las ya logradas.
Ganador indiscutido, obtuvo la segunda mejor marca de la historia, y se convirtió en el primero en ganar cuatro veces la Maratón de Londres.
Uno lo mira y parece fácil, transmite tranquilidad, control, pero por supuesto mas allá de las condiciones innatas, lo que hay detrás es, trabajo, planificación y mucho autoconocimiento. Características que cuando se logran incorporar terminan convirtiéndose en cualidades naturales.
Quizás debemos decir que lo sucedido en Londres hoy, fue cuasi predecible, que los supuestos duelos eran llamadores para las cámaras, que la lista larga de favoritos era solo eso, una lista. Porque, ya sabemos, ir a un evento con demasiada previsibilidad podría resultar menos atractivo y en consecuencia, sea hace necesario establecer otros escenarios posibles, que brinden algún tipo de elemento sorpresa.
Las redes hablan del PUTO AMO, y uno imagina a un coloso duro, frio y distante, mientras tanto la realidad describe a un hombre extremadamente ligero, que sonríe con la tranquilidad de saber que hizo todo lo que había que hacer, antes y durante. Con una disciplina casi filosófica el tipo, le suma al talento que trae algo que lo convierte en único, el trabajo constante. Eliud no se sale ni un milímetro de su objetivo, nada lo perturba y convengamos que las tentaciones deben ser variadas a lo largo del camino.
El final del cuento habla de una Londres con cielo cargado, que le dio marco a una competencia que como siempre, brindo todos los condimentos necesarios, para esperar expectantes su próxima edición.
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