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RENDIMIENTO BAJO PRESIÓN

Actualizado: 26 ene 2022

Podemos decir que la presión es un agente ambivalente, externo e interno, positivo o negativo, que transitamos con mejores o peores recursos, en nuestra acción cotidiana, y que aplica a distintos aspectos de nuestra vida.



Cómo aplica la presión al deporte ?

Muchos dicen que la presión es un elemento inseparable del deporte de competición, quizás mucho más visible y reconocido que en el campo amateurs, pero en ambos escenarios está presente . En los momentos más importantes y decisivos, es cuando aparece, la clave encauzada en la capacidad de administrar su aparición. Podríamos decir, en términos generales que si sucumbimos bajo la presión no sumamos, si ese agente se multiplica de manera irracional tu nivel deportivo, se torna un componente negativo.


Descubrir cómo la presión afecta a tu rendimiento, y qué se puede hacer para convertirla en un agente de mejora es parte de la cuestión. La presión psicológica, es un estrés excesivo que aparece en situaciones de máxima importancia, aparece frente a retos pero también frente a amenazas, cuando la exigencia es alta y las consecuencias son decisivas, vemos cómo interviene en nuestras acciones. La presión es provocada por dos aspectos principales que operan en nuestra mente: la evaluación social y la importancia del resultado, dos escenarios que mal administrados pueden socavar nuestros propósitos.


En ambas situaciones, la presión que siente el deportista es ejercida por otras personas (medios de comunicación, afición, familiares), es decir, la presión es externa. Sin embargo, en ocasiones, es el propio deportista el que se presiona a sí mismo, buscando resultados, tratando de llegar a metas o buscando su propia aprobación.


Lo que ocurre, cuando el rendimiento esperado no es acorde con el rendimiento real del deportista, se produce un desequilibrio entre las expectativas y el rendimiento percibido, cuando estas son más altas, muchas veces es difícil conjugar lo que uno proyecta y la realidad, de lo que uno puede conseguir, y más complejo aún, transitar esa situación gestionando un equilibrio que nos permita compensar y establecer un criterio que podamos operar en ese momento decisivo para autorregular nuestra propia presión.


qué son las expectativas?.


Son estructuras mentales que permiten predecir la probabilidad de que se dé un acontecimiento o un resultado, esta concepción puede estar basada en lo esperado en función de la experiencia pasada, lo ideal, lo deseable o lo mínimo tolerable.


Y en función de esas expectativas, las personas evaluamos las actuaciones de otros y las propias, comparando el rendimiento esperado con el percibido/ ocurrido. Hablamos acá de percepciones de contexto.


En el momento, en que perciben que el rendimiento es inferior al esperado, se muestran insatisfechos, empiezan las trabas mentales, los propios obstáculos que nuestra cabeza empieza a disparar, y posteriormente las críticas.


Muchas veces sucede que el deportista en su afán de cumplir con las expectativas, es decir, de igualar su rendimiento a las expectativas generadas, empieza a precipitarse, a tomar riesgos, centrándose más en las consecuencias de su actuación que en su propio rendimiento, lo que aumenta los errores, que a su vez alimentan las críticas y, por tanto, la presión.


¿Cómo se manifiesta la presión deportiva?


Principalmente, la presión deportiva se manifiesta como un aumento de la activación fisiológica que se manifiesta en tres vectores:

  • Síntomas físicos: se puede experimentar un nudo en el estómago, temblor en las extremidades, respiración acelerada y aumento de la sudoración y la tasa cardíaca.

  • Pensamientos: se crean expectativas negativas respecto al rendimiento, sensaciones de intranquilidad y preocupación y hasta pensamientos negativos sobre uno mismo.

  • Comportamientos: incluye cualquier conducta que se realice para disminuir la presión competitiva (rituales, comprobaciones, respiraciones, decirse frases positivas, por ejemplo).

Qué podemos hacer ?


1. Aprender a conocer tus capacidades y limitaciones
2. Organizar un plan de trabajo acorde a tus metas y tus condiciones.
3. Superar retos paulatinamente.
3. Controlar tus emociones.
4. Trabajar los logros y las frustraciones.

Lo primero que hay que tener en cuenta es que es imposible eliminar el componente de presión en el deporte de manera total. Siempre existirán resultados que se desean alcanzar, largas jornadas de entrenamiento y una audiencia que observa. Sin embargo, esto no significa que no se pueda hacer algo al respecto.


Las dos técnicas psicológicas más habituales para prevenir los efectos negativos de la presión son las técnicas de relajación y la visualización. Las técnicas de relajación ayudan a eliminar los síntomas físicos de la presión, mientras que la visualización prepara a la persona para saber cómo actuar cuando la presión es alta.


Si sienten que la presión está provocando consecuencias negativas, es recomendable consultar con un psicólogo deportivo.

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