Final de Carrera
Termino el Cruce Columbia edición 2018, seguramente para sus participantes serán días de rememorar la experiencia y capitalizarla, desde la técnico y competitivo pero fundamentalmente desde lo personal.

Muchas son las reseñas que los participantes comparten en redes sociales, con el interés de transmitir las sensaciones y el aprendizaje que les dejo haber estado ahí, con la intensidad de vivir en tres días una experiencia que computa metas y desafíos que seguros son productos de meses y años de entrenamiento.
La competencia se caracterizó cómo en ediciones anteriores por su extremo cuidado por el medio ambiente, y con un total protagonismo del imponente paisaje, que en esta oportunidad tenia a los volcanes en el centro de la escena. Es impresionante ver como tanta gente se pone de acuerdo voluntariamente para hacer que las cosas funcionen, con un objetivo común que va mas allá de la competencia y del running.
Volviendo a las redes sociales, destacamos la singularidad de la descripción que cada uno de los participantes transmitieron, destacando cuestiones de recorrido, organización, logísticas, camaraderías entre corredores, y el impacto de la naturaleza como marco de un evento que sin dudas que une y trasciende fronteras

También hubieron quienes compartieron sensaciones encontradas como el miedo, el cansancio, la complejidad de la traza y la geografía, vimos videos de gente apoyándose, alentando y sosteniendo a otros en el camino . Sin dudas correr pone en juego una multiplicidad de estados que fluctúan dentro de uno, con una intensidad inusitada frente a situaciones extremas.
Una vez más, y por eso no vamos a hacer referencias, los resultados quedan en un segundo plano, vimos amigos, corredores consagrados, nacionales e internacionales, amateurs, realizando la travesía de darse 3 días completos a vivir en plenitud una vivencia que cada uno se llevará de vuelta a casa, porque tanto los primeros, como los últimos tendrán una historia que contar y un aprendizaje que transmitir.
