El 27 de febrero tuvo lugar la 5ta. Edición de Ushuaia Trail Race, una competencia reconocida y alentada institucionalmente por la municipalidad de esa localidad, en el marco de esta "new normal", se llevó a cabo bajo el marco de bellos paisajes naturales que reunieron a más de 600 participantes de todo el país.
La prueba tuvo distancias de 10, 25 y 50 km, en un circuito 100% de trail running. La largada se realizó en inmediaciones de la Reserva Hotelera Glaciar Martial (desde Cabañas del Martial), y el recorrido seleccionado atravesó por lugares destacados del destino como el Glaciar Martial, la Pista Wallner, el Cañadón de la Oveja dónde existen vistas panorámicas de la ciudad que acompañaron a los corredores, junto con un entorno natural único.
Tras pasar varias instancias de prueba, el Instituto Fueguino de Turismo y la Secretaria de Deportes acompañó la realización de este evento, el cual ha sido adaptado con los protocolos de seguridad e higiene aprobados por el Comité Operativo de Emergencia (COE). Cumpliendo así todos los requisitos, se puso en marcha, seguramente una aventura que tuvo en esta oportunidad, un plus de cuidados y requerimientos para su concreción.
Si analizamos un poco el recorrido, hasta hace poco en el portal web se anunciaba que "EN CASO DE TENER QUE SUSPENDER LA CARRERA POR SITUACIÓN DE PANDEMIA, TODOS LOS PARTICIPANTES CONFIRMADOS PARA LA EDICIÓN 2021, PASARÁN AUTOMÁTICAMENTE A LA EDICIÓN 2022". Esto nos indica el componente de incertidumbre en el que se mueven las organizaciones que deben gestionar eventos como estos, donde hay que coordinar acciones en relación a un número importante de participantes (corredores, organizadores, voluntarios). Pero afortunadamente el evento se realizó y para lograr la concreción de la competencia, se tuvieron que dar una serie de circunstancias que así lo permitieran, externas y propias de la organización.
Lo que siempre tuvieron en claro los organizadores, fue que iba a requerir un montón de trabajo extra, al que ya tiene el armado de un evento de este tipo, porque la pandemia entre otras cosas vino, y quizás este es una aspecto positivo, a modificar una manera de hacer y esperemos de ser .... más cuidadosos, prolijos y organizados.
En este tren del diseño y la planificación uno entiende que hay coordinación de equipos, complemento de tareas, de criterios, que considerar cuando se encara una aventura como esta, la logística de los traslados de los que llegan y de los internos, el cuidado de la naturaleza, del medio ambiente, la sincronización de los voluntarios, el diseño de las trazas, el componente turístico, el respeto a los protocolos, la comunicación, etc. Todo esta enumeración, significa mucha gente dedicando tiempo y trabajo a armar y llevar a cabo un evento de esta magnitud. Lo era antes, imaginemos ahora.
El circuito en esta oportunidad se trabajó en pendientes en ascenso, intentando dejar tramos largos con extensiones que cubran además paisajes que hicieran del trayecto un avistaje de naturaleza en medio de la montaña, bosques, y turbas. Por sectores casi imposible de acceder, si no es participando de estos eventos, los afortunados corredores pudieron disfrutar a pleno de esta experiencia. Los trayectos descendentes también con dificultad, filos, y distintos tipos de terrenos, siempre rescatamos que en eventos de trail, el recorrido es un punto clave para hacer de la competencia algo inolvidable.
Se tuvo principal atención a las marcaciones, a la señalética, ya que una de las dificultades que se pueden presentar, es la pérdida de corredores en el recorrido. Los paradores se definieron como siempre en lugares claves del trazado, acondicionados de manera especial debido a la pandemia.
El staff fue preparado con voluntarios quienes fueron entrenados como todas las ediciones, sumando en esta oportunidad todos los aspectos a considerar en el marco de llevar adelante los protocolos de seguridad en el marco del COVID-19. Una de las características que sobresalen en el armado de la logística, no sólo es la idoneidad sobre las acciones, sino que se inculcó mucho el respeto entre el Staff y los corredores, esta relación es clave en el proceso, ya que el grupo de voluntario es quien debe asistir y acompañar durante todo el trayecto a los competidores, convirtiéndose en un factor determinante.
En todo el proceso de acreditación fue obligatorio el uso de tapabaco, y en esa instancia, sólo podían ingresar corredores que estaban inscriptos, la carpa de acreditaciones, estaba habilitada para 15 corredores por vez, los que entraban de manera aleatoria. El tapaboca fue sin dudas un elemento esencial, era obligatorio en los traslados, así como la toma de temperatura y antes de la llegada de los puesto de abastecimiento, por ende debía ir de manera permanente entre los elementos de la mochila.
En los puestos, el staff era el encargado de proveer los alimentos en bolsas desinfectada, todos los residuos generados se dejaban en cesto demarcados. Podemos decir que en cualquier evento de estas características el cuidado del medioambiente es prioritario.
Acá vemos como el deporte y el turismo se combinan intrínsecamente, haciendo de esta una propuesta inmejorable, cada destino elegido nos da la oportunidad de conocer lugares, disfrutar de los paisajes, la cultura y la idiosincrasia de una comunidad. Celebramos la vuelta de esta competencia después del impasse del 2020.
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