El que madruga ...
Una de las cosas que nos preguntamos cuando estamos entrenando es cuál es el mejor horario del día para hacerlo. Si esto es algo personal o si realmente hay un mejor horario para salir a entrenar, un momento del día que nos haga mejor, que nos estimule más o que tenga mejores beneficios en el correr de los días .
A la gran mayoría les cuesta salir a entrenar bien temprano: en invierno sobre todo por el frío que supone, y en el verano por la pereza que da, pese a que posiblemente sean las horas de temperatura más aceptable. Asumimos que levantarse a las cinco de la mañana no es sencillo, incluso para los deportistas de élite. A todos nos cuesta activar el cuerpo.

¿Cómo actúa nuestro cuerpo por las mañanas?
Además de la cuestión del sueño o la pereza al parecer hay una explicación física: la activación neuromuscular sufre un receso aproximado de dos horas en esa fase matinal post sueño, afectando a nuestro tono muscular y a la frecuencia de impulsos nerviosos.
Esto tiene una derivación en nuestro rendimiento físico, ya que tenemos una menor producción de fuerza máxima, de potencia y una peor capacidad propioceptiva. Sin embargo, una vez que te acostumbras, muchos no cambiarían sus ejercicios a esas horas de natación, bicicleta o carrera por nada en el mundo.
Qué debo tener en cuenta al entrenar por la mañana
Si quieres entrenar por la mañana pronto deberías seguir estos consejos:
1) Buscar ejercicios sin impacto y en la medida de lo posible evita el running en ayunas, a no ser que estés entrenando de manera específica el trabajo en depleción.
2) Los entrenamientos matutinos deberían de ser rodajes en el rodillo, rodajes de carrera a pie o nataciones de acumular volumen. Y siempre de intensidad baja.
3) Si siempre haces dobles sesiones, la recomendación sería centrarse en el bloque matutino a la zona aeróbica.
4) Evitar los ejercicios que supongan movimientos bruscos, ya que articularmente nuestro cuerpo no está como a mediodía o por la tarde.
¿En qué me beneficia entrenar temprano por la mañana?
En primer lugar, controlas la hora de sueño y ayuda a tu cuerpo a cumplir con las ocho horas de sueño recomendadas. Por otro lado, una vez que te acostumbres a entrenar por la mañana, tus biorritmos se acostumbraran de tal manera que no necesitarás de una alarma. Será tu propio cuerpo quien se autorregulará y despertará de manera más relajada que con una alarma.
Al entrenar la base aeróbica, estaremos dándole una mayor importancia al calentamiento. El riesgo de lesión será menor. Si lo que haces es salir a correr a exterior a primera hora de la mañana, notarás que al cruzarte con otros runners, la conexión es distinta. Emocionalmente, te sientes mucho más fuerte sabiendo que haces algo que a la gran mayoría le supone un gran esfuerzo.
En invierno, el frío matutino se evita escogiendo una buena ropa ciclista. Desde el aspecto organizativo también tiene sus ventajas, entrenar por la mañana es muchísimo mejor: te ayuda a coordinar el día. Y no nos olvidemos de otra gran ventaja como es la seguridad: entrenar a primera hora de la mañana es más seguro que hacerlo en las horas centrales del día.
Las ventajas y potencialidades están planteadas, pero siempre depende de lo que mejor te haga sentir y te resulte a vos, cómo decimos, el running se vincula para nosotros con una actividad que conecta con el placer de vivir por una rato una experiencia personal, nadie mejor que uno para determinar en qué condiciones queremos vivir el momento.-