top of page

El espejo que nos mira

Hablemos de los estereotipos, quizás lo primero que debemos decir es que lo que ronda sobre el concepto es inicialmente un prejuicio, una manera sesgada de ver las cosas o a alguien, un preconcepto que generalmente encierra en el fondo un desvalor.



Por supuesto que los estereotipos responden a diferentes niveles y categorías , dentro de un universo heterogéneo, porque hay distintos modelos a seguir frente a una sociedad que siempre nos pide un poco más, entonces en ese catálogo, nos encontramos con modelos sociales, culturales, estéticos, físicos, etc. En cada nivel hay un precepto que se nos impone, anclado en condicionantes que nos van limitando y generando ciertas expectativas , para ser o no ser , dentro de los parámetros que cada quien se establezca, alguien supuestamente "mejor" o que tiene mayores atributos. Nosotros como espero Uds. sabemos que ese postulado es falso.


Si hablamos del deporte el estereotipo físico es sin dudas el relevante, la delgadez podría ser otro. Probablemente cuando uno piensa en el cuerpo de un corredor, en nuestra cabeza las imágenes que se nos aparecen son las de alguien extremadamente delgado, aunque fuerte y por defecto, sano, rutinario, con disciplina, la realidad muchas veces no coincide con todo esto que estamos sobreentendido creyendo perse que naturalmente si haces deportes sos todo lo que acabo de indicar.


La segunda parte que debemos tener en cuenta en este escenario que les propongo analizar, es la presión, interna y externa frente a ese modelo hegemónico, que debemos alcanzar. Por default, sentimos que si no cumplimos con los estándares no formamos parte de .... y aquí el juego perverso de representar a cabalidad aquello que nos hace ser parte vs. aquello que podemos ser.


Podemos decir que hoy con las redes sociales esa presión es aún mayor, por la exposición a la que muchas veces nos sometemos, en ese sentido la exigencia para adaptarse a un molde determinado es algo innegable. Y aquí el tercer componente de esta ecuación, la comparación, algo tan ridículo como pensar que dos personas son comparables, cuando todos sabemos que somos seres únicos. Comparamos cuerpos, pesos, kilometros, carreras, medallas, etc., todo parece reducirse a imágenes y números, sin observar las historias, los procesos, las características de las personas.


Los estereotipos llevan consigo la sensación de creer, que debemos regirnos por ciertos modelos de conducta o parámetros, como si eso nos asegurará que vamos a obtener iguales resultados aplicados a cuerpos distintos, a físicos diferentes, a vidas complementamente incomparables.


La imagen corporal es un tema polémico y controvertido en el mundo del atletismo, por ejemplo, sobre todo en los deportistas de élite, pero estas cosas que estamos mencionando juegan en amateurs también, porque no sólo hacen al mundo del deporte sino al mundo de lo social.


En este punto es pertinente aclarar que cada uno debe regirse por un ideal propio, el posible, el que nos representa y es concordante con nuestras capacidades físicas, con las metas que nos proponemos y los objetivos que nos vamos trazando, los que por supuesto deben ser coincidentes con aquello que somos capaces de dar y obtener con las bases sobre las que nos movemos.


Lo importante, en conclusión, es trabajar para estar satisfecho con nosotros mismos, reconocernos cuando nos miramos de cara al espejo, sabiendo que lo que vemos, debe ser la mejor versión de lo que somos, respetando nuestra identidad, sin excesos, ni exigencias desmedidas, sin oír lo que nos "reclama" el afuera.

38 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo
bottom of page