Transcurrir esta pandemia ha sido y es, una experiencia que a muchos nos puso al límite de situaciones y replanteos sociales y personales. Hemos venido hablando en este espacio, de lo difícil y complejo que resulta asumir que estamos en medio de una situación que por momento se torna "imposible".
Algunos con mayores recursos para transitar la soledad, mejores contextos habitacionales, sociales, económicos, quizás puedan hasta sacar cierto partido de todo esto, cuando termine. Otros sin dudas, con adversas condiciones socioeconómicas y emocionales, la están pasando mal, y sin una mínima posibilidad de ver en algún lugar recóndito una ventaja para plantearse.
Pero todos, en mayor o menor medida, estamos tachando los días en el calendario expectantes para salir, no sé si a la calle, pero sí a la vida sin miedos, y sin tantas incertidumbres.
La cuestión es que cada uno de nosotros, recorre una experiencia personal y nadie puede señalar, condenar o pretender la verdad absoluta frente a una situación que atraviesa muchos planos y contextos. Si alguien se pone en esa posición, creo que parte de una base errada.
Lo importante es tener o intentar contemplar todos los universos posibles, saber que lo que me pasa a mí es una parte de la película, esto tan difícil de ponerse en el lugar del otro. En este escenario, lo complejo es conformar a todo mundo en este razonamiento, sino tratamos de buscar esa empatía que se requiere.
En materia de deportes, así como en otros campos, venimos con la frase trillada de contar con la ventaja de tener en transmisión directa "el diario del lunes". Sabemos que, en otros países al otro lado del océano, arrancaron con liberación escalonada de actividades, entre ellas el running, y que eventualmente se evalúa aplicar instancias similares aquí, teniendo en cuenta las realidades regionales y la aplicación de protocolos particulares.
¿Que relatan las crónicas al respecto, sobre las experiencias europeas? Hablan de que numerosas personas han aplaudido volver a las pistas, pero otras, sin embargo, han criticado la falta de medidas entre las personas que han salido.
La nueva medida genera cierta controversia en redes sociales a favor y en contra. Bromas entre corredores, chistes internos entre 'runners’, gente feliz, pero también algunas quejas sobre el no respeto a los protocolos de sanidad. Y aquí creo que esta el punto.
Porque en esta fase, la cuestión es qué tenemos que empezar a pensar en cómo saldremos de nuevo a la calle, y que implica este paso. En relación con tomar conciencia, y entender que definitivamente algunas cosas cambiaron, no sabemos si para siempre, pero si por ahora.
La pregunta es. Somos del todo conscientes de las medidas y protocolos, de las precauciones que debemos tomar? y lo que sigue ... estamos dispuestos a aplicarlas, nos sentimos cómodo con esta situación. Fue difícil quedarse en casa, pero será difícil también salir de ella.
Todavía estamos en ese proceso sin tener en claro cómo continuará nuestra vida, y que final no depara esta película. Como un road movie vamos armando la historia mientras avanzamos por la ruta.
Hay decisiones sociales y otras individuales, que cada uno tomará y medirá dentro de sus posibilidades o prioridades. En algún punto se pone en juego una manera de mirar el mundo, sentando nuestras perspectivas sobre él.
El estado, los gobiernos, regulan y establecen medidas pero cada uno de nosotros después debemos ponerlas en práctica, cada uno de nosotros en ese punto, en ese instante, somos responsables y podemos convertirnos en parte de la solución o del problema. Lo importante en esto, es tener conciencia social y respetar al otro, comenzando por uno.
Esto es la vida misma transcurriendo en condiciones excepcionales, por lo tanto debemos accionar también de manera excepcional. Me pregunto y te pregunto . Nos estamos preparando para eso?
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