Salir a correr es una decisión o quizás un elección frente muchas otras opciones. Hay días con más ganas, otros con igual de ganas pero con mas probabilidades de fallar a tu propia cita.
Algunas veces nuestra tenacidad supera cualquier posibilidad de excusa, y no existen las demoras que nos impidan llegar a calzarnos las zapatillas y salir finalmente a correr.
La mente quedará un rato en pausa y el cuerpo conectará libre, dejando cualquier duda o indecisión lejos, sin recordar siquiera porque dudaste.
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